La tarde calurosa del verano,
se ha cubierto de negros nubarrones,
el viento levanta remolinos,
los montes relampaguean
y los cielos truenan con furia.
Caen las primeras gotas
y de pronto
se ha llenado de lluvia.
LLueve y llueve sobre
la tarde calurosa,
empañando los cristales
cubiertos de lluvia.
Los truenos desgajan las nubes,
bajan ríos de las tejas.
Hay charcos que desbordan,
lagunas que bien se aprecian.
Llueve y llueve sobre el alma
que inquieta y feliz se alegra.
La tormenta va cediendo
hace un mutis y se aleja,
el sol ya quiere asomar
sus rayos fuertes se acercan.
La frescura de la tarde
hace Agosto, primavera,
y desde el cielo, los siete colores
abrazan la húmeda tierra.
lunes, 1 de agosto de 1994
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