Desde mi ventana contemplo
mi pequeño jardín,
machacado y dolido
mi pequeño jardín.
Con heridas profundas
que el granizo dejó,
la noche que la luna
la tormenta ocultó.
Lo planté con cariño
a la sombra señera
de los hermosos pinos.
Alegraba mi vista
lo cuidaba con mimos
serenaba mi alma
era mi compañero
y mi fiel siempre amigo.
Desde todos los frentes
yo feliz contemplaba
como iba creciendo.
Y cuando lo regaba
me ofrecía generoso
su frescura y fragancia.
A las moradas flores
le abrían sus hojas
a los cactus silvestres
su hermosa flor de un día.
A los rojos geranios
y a las blancas margaritas
y al verde romero
sus tallos crecían.
Lo contemplo ahora
desde mi ventana
y lo veo muy triste
como triste yo siento
melancólica mi alma
Mas yo te cuidaré
como siempre lo hice,
curaré tus heridas
y te haré sonreír.
Volveré a contemplarte
desde todos los frentes,
y desde mi ventana
volveré ha ser feliz.
Y albergado a la sombra
de los pinos señeros
veré como creces
vigoroso y alegre
mi pequeño jardín.
domingo, 23 de septiembre de 2001
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