El viento sosegado
del estío
inunda la tarde
de placeres.
La tierra
respira por sus
poros los sudores,
esperando la lluvia
que no llega.
Y guarda en sus entrañas
las raíces
que ha de alimentar,
siente que poco a poco
sus hijos se le mueren.
Que a pesar de sufrimientos
dan sus frutos, paridos
con dolor de sequedad.
Se queja, y no sabe
hasta cuando,
mas no se cansa
a pesar de sus temores.
Y el viento es su aliado,
el viento sosegado,
el viento es su enemigo
a tempestad.
Y esperando la lluvia
inundando la tarde
de placeres,
la tierra siempre está.
jueves, 14 de marzo de 2002
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