
El tambor y la chirimía
anuncian y alertan
y la calle del calvario
se viste de gala.
carretillas y hogueras
la noche despiertan,
y los vecinos dispuestos
disfrutan de la fiesta.
De mañana temprano
la música suena,
a San Sebastián
a la iglesia llevamos,
pues todos queremos
venerar al Santo
con vivas y cantos,
con rezos y ofrendas.
En volandas camina
y al salir de la iglesia
los cohetes al cielo se abrazan,
y alegre la música suena,
¡San Sebastián!
El patrón de los quintos
por la calle del calvario
los vecinos en andas pasean.
Disfrutan grandes y chicos,
llegan carreras de sacos,
rico el chocolate a ciegas,
veloz las carreras de cintas,
subasta de los rollicos del Santo.
Se alza firme la cucaña
donde el último que sube
es quien se lleva la prenda.
La sencillez y alegría
es lo que impera en la fiesta,
San Sebastián tiene historia
en la calle del calvario,
y siempre que llega este día,
cuantos recuerdos despierta.
Es la cultura del pueblo
que nunca pierde su esencia.
¡FELICES FIESTAS!