El albaricoquero que plantó
el abuelo Paco, quedó solo
a la orilla del bancal
en la reguera;
desde lejos se divisaba
su silueta mejestuosa.
Y en cada primavera
lucía con orgullo,
su fruto rico y jugoso.
Pero sus ramas, poco a poco
iban adoleciendo
el paso de los años;
sus raices,
retorcidas en la tierra
no podían impulsar
la savia que del tronco
hasta las ramas subiera,
en otros tiempos vigorosa.
Se moría el viejo árbol,
viejo, como viejo
se fue el abuelo Paco.
De sus ramas verdes
ya no cuelgan sus dorados frutos,
no da sombra,
y no ves su figura
cuando vas por el camino.
¡Ya no está!
¡Si de una raíz perdida
pudiera una rama brotar,
y volvieras a la vida...!
Y te viéramos crecer
y volver a darnos fruto,
y a tu sombra descansar.
Y en la memoria fundidos
volvieron juntos a estar,
árbol y abuelo otra vez.
sábado, 30 de mayo de 1998
viernes, 1 de mayo de 1998
Cruz de Mayo
Todos a una, dispuestos
a vivir un día especial,
dejamos los quehaceres cotidianos,
salimos a la calle,
la alegría nos desborda,
cada uno se afana en arreglar su fachada.
Hay algo diferente en el ambiente,
comienza el mes de mayo.
Nuestra querida calle Marchante
soleada, engalanada y feliz
se dispone a vivir su fiesta,
arcos, balcones y ventanas
visten sus mejores prendas.
El suelo brilla, las aceras, un jardín
con los colores vivos y radiantes
de la primavera.
¡Qué preciosa estás!
Y nosotros los vecinos orgullosos
de que seas nuestra y vivir en ti.
Y en el halo infinito
de tu grandiosa belleza
con el soplo de magia
que te envuelve este día
emerge soberana
como una gran diosa
envuelta en bellas flores
una cruz de alegría,
una cruz de esperanza
que manos inexpertas
temblorosas te hicieron
con flores que envuelven
tu sublime contorno.
¡Hermosa Cruz de mayo!
despertando a la vida
en cada primavera.
Flores que a los pies de la Virgen
y del Cristo dejamos
pidiéndoles a cambio
unas buenas cosechas,
que protejan los campos
de la furia del tiempo
que nos dan alimento
alegría y trabajo.
¡Bendita Cruz de mayo!
con amor te pedimos
Ana Antonia Alonso Molina
Jumilla, Mayo 1998que estemos muy unidos
que nos des buen talante.
¡Benditos los vecinos
de la calle Marchante!
a vivir un día especial,
dejamos los quehaceres cotidianos,
salimos a la calle,
la alegría nos desborda,
cada uno se afana en arreglar su fachada.
Hay algo diferente en el ambiente,
comienza el mes de mayo.
Nuestra querida calle Marchante
soleada, engalanada y feliz
se dispone a vivir su fiesta,
arcos, balcones y ventanas
visten sus mejores prendas.
El suelo brilla, las aceras, un jardín
con los colores vivos y radiantes
de la primavera.
¡Qué preciosa estás!
Y nosotros los vecinos orgullosos
de que seas nuestra y vivir en ti.
Y en el halo infinito
de tu grandiosa belleza
con el soplo de magia
que te envuelve este día
emerge soberana
como una gran diosa
envuelta en bellas flores
una cruz de alegría,
una cruz de esperanza
que manos inexpertas
temblorosas te hicieron
con flores que envuelven
tu sublime contorno.
¡Hermosa Cruz de mayo!
despertando a la vida
en cada primavera.
Flores que a los pies de la Virgen
y del Cristo dejamos
pidiéndoles a cambio
unas buenas cosechas,
que protejan los campos
de la furia del tiempo
que nos dan alimento
alegría y trabajo.
¡Bendita Cruz de mayo!
con amor te pedimos
Ana Antonia Alonso Molina
Jumilla, Mayo 1998que estemos muy unidos
que nos des buen talante.
¡Benditos los vecinos
de la calle Marchante!
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