domingo, 19 de febrero de 2017

Querido primo Manuel










Nos envuelve la música
y en silencio caminando
todos íbamos contigo
contenidos y llorando.

A mi mente fluían
hermosos retazos
de un tiempo vivido,
pasado y cercano.

En aquella cuesta
arriba, en Los Pasos,
de tías, abuelos
y un puñado de primos
en ella jugando.

Fuiste tú el mayor Manuel
como el abuelo,
tú cuidabas de todos
por ser el Manuel primero.
Creciste, crecimos,
la vida fue caminando
nos fue formando por dentro.

Saliste albañil,
como tu padre y el mío,
y tu sangre Alonso Martínez
también te hizo Maestro.

Qué buenos pasos tú diste,
la cuesta iba subiendo
y crecían maravillas
de tus manos y tu talento.

Tengo en mi casa tu huella;
te sigo viendo,
en mi patio, mi cocina,
en mucho de ella por dentro.
Por fuera esa fachada
azul, como el mismo cielo
ese que ahora tú habitas.

¡Que suerte primo yo tengo!
Conmigo estarás siempre
como en los grandes momentos,
y aquellos que en la música
vivimos contigo en aquel tiempo.

Ella seguirá sonando
con acordes y silencios,
elevando tu figura
por los andamios del cielo.

Tú estarás siempre

Cada vez que nos veíamos, primo Manuel,
sentíamos el cariño que nos unía
una palabra y aquel beso, ¡Qué alegría!
Porque el amor de unos primos muy grande es.

Hermoso fue aquel tiempo y aquella vida,
tú lo llenabas todo, de ello doy fe,
hacías grande lo pequeño con tu saber
y el conversar ameno que sostenías.

Ya no disfruto de tu grata presencia
porque Dios ha querido tenerte a tí,
pero nos has dejado tanta esencia
que nunca, nunca dejarás de existir.

Aquí tú estarás siempre y no habrá ausencia,
tu recuerdo nunca se podrá extinguir.